Actualmente, la sociedad dominicana, se encuentra
sumergida en un desamparo total, casi en
todo el sentido de la palabra, para no ser tan pesimista, al parecer no tenemos
dolientes, que se preocupen u ocupen en trabajar de manera integrada
en beneficio social, porque esos casos de violencia y delincuencia que están sucediendo
de manera desenfrenada, entre otros males que nos azotan socialmente requieren
de un estudio muy profundo.
Parece ser; que solo nos estamos ocupando de nosotros
mismos y olvidándonos de que nuestra
sociedad, cada día va en detrimento por esta creciente ola de violencia, la
cual; requiere de que todos y todas aunemos
esfuerzos, aportando nuestro granito de arena en favor de esta causa. Solo queremos conformarnos en decir, que existe una
incontrolable inseguridad y nadie hace nada, pero no ponemos ahínco suficiente para que
esto pueda disminuir, solo por citar como ejemplo a Brasil, donde la Agencia de
noticias” Agencia Brasil informa”,
que ha aumentado la violencia en ese país, en el 2012, el Ministerio de Salud
registró más de 56,000 homicidios el
promedio, anual más alto de su historia, Luis Sapori, especialista en seguridad
pública, cree que este aumento refleja una crisis de valores, afirmó que
la gente “recurre a la fuerza bruta para lograr sus intereses” cuando pierde el
respeto por las leyes de una sociedad civilizada.
¿Por qué digo
esto?, por
así decirlo, solo hay que permanecer un momento en una fiscalía, en el área de atención al usuario, donde reciben
querellas, denuncias a los ciudadanos o ciudadanas, los cuales se dirigen allí,
porque otra persona lo agolpeó u otras causales, casi siempre por tonterías,
digo tonterías, porque nadie tiene el derecho de maltratar al otro, a menos que
no sea por legítima defensa, donde debe ocasionar el menor daño posible.
Nos estamos haciendo el chivo loco; al no tomar esta situación social con mayor seriedad;
sobre las causales que los originan; efectos presentes y futuros que
estos males nos producen a corto y largo plazo. Esta sociedad necesita de
muchos profesionales comprometidos en trabajar concomitantemente en pro de
desarrollar políticas públicas sociales en beneficio de los seres humanos, o
sea, para poder trabajar a fondo esos fenómenos jurídicos que puedan ocurrir o
que son suscitados en nuestro país, hago un llamado a los estudiosos de las
ciencias del Derecho y de la Psicología, ya que sabemos, que ambas guardan una
estrecha relación, porque la primera
tiene por objeto de estudio el comportamiento de las personas dentro de la
sociedad y esta última se encarga del
estudio de los procesos mentales y cognitivos del individuo; debemos buscar el auxilio de profesionales de
las áreas que trabajen de manera integral en beneficio del bienestar social,
tales como: Sociólogo, Psiquiatra, Antropólogo, Trabajadores Sociales, en sí, todas
aquellas ramas del saber humano, que coadyuven a la disminución de esta ola de
violencia que nos afecta actualmente, porque son causadas por entes sociales, a
los que llamamos personas.
Por citar un caso, solo hay que ver, como una persona,
por tan solo un simple accidente de tránsito (muchas veces siendo éste el
imprudente), saca una pistola, un arma punzocortante u otros objetos y quiere
golpear a la otra persona, nunca queremos ceder, porque nuestro ego no nos
deja, podemos ver que el otro conductor tiene la delantera de cruzar y en nada
nos afecta dejarlo pasar, mejor preferimos obstaculizar más el tránsito a causa
de nuestra arrogancia, Waob, a veces quiero creer que es un sueño.
Señores, tenemos que aprender a desaprender, porque ya
no se trata de ganar, ganar, sino,
de ganar perder y perder ganar, vamos a
luchar por la reconstrucción de una mejor sociedad, menos violenta, más tolerante, más sensible y
sobre todo, que siempre mantengamos una armonía y paz interior, para que pueda
germinar siempre en nosotros, el buen ánimo de amar al prójimo, porque el que
no vive para servir, no sirve para vivir, ya que de esa forma generamos más serotoninas y menos cortisoles. (Ver video
en you tube: https://www.youtube.com/watch?v=QlK8uHK7vII),
o sea la primera es la hormona de la felicidad y esta última la hormona causante de la mayoría de males en
nosotros.
Autor
Dr. Domingo Martínez
Abogado
Presidente
APSERJUP
Doctorado
en Criminología y Justicia
El panorama es triste,solo hay que dedicar tiempo a observar como nuestro sistema social, se esta deteriorando poco a poco a poco con la violencia. Pienso que debemos proceder a educar desde el punto inicial de un ser humano, desde su formacion de niño, para poder obtener frutos de una sociedad mejor
ResponderEliminarExcelente artículo! Att: Ivana
ResponderEliminarGracias a todos por sus comentarios, no podríamos cambiar el mundo, pero podemos ser parte
EliminarAlgo así andaba buscando para poderme desahogar con tantas injusticia cuente conmigo
ResponderEliminarClara mateo
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