Desde hace mucho
tiempo hemos venido hablando de justicia tradicional, que es donde la ley es
ciega -o sea supuestamente no ve a quien va a sancionar- pero ya es tiempo de hablar de la justicia social, que en sí es la que debemos de aplicar. Esta es
más justa, hay que quitarse las vendas para saber a quién se le va a aplicar y
se enfoca única y exclusivamente en el ser humano.
Este capitalismo
desenfrenado nos está causando mucho daño y hasta nos pone insensible, ya que
su mística radica principalmente en querer tener, muchas veces en base a
competencias.
Si aunamos
esfuerzos, aunque todos no seamos iguales, podemos contribuir a tener una
sociedad menos desigual. Si bien es cierto que cuando se crea el dinero nace el
ponerle valor a las cosas, pues no menos cierto es que al entrar el dinero a
nuestras sociedades, nos ha arropado completamente este capitalismo abusivo,
que solamente se enfoca en los bienes y no en la persona en sí.
A esto es lo que
llamamos un explotador de seres humanos. A veces es mejor pensar que debimos
quedarnos con el trueque, en vista de que simplemente era un intercambio de
bienes o servicios, donde no intervenía el dinero; buscaba simplemente
satisfacer necesidades y no convertirnos en un ser ricachón.
No sabiendo cómo
existen personas que son tan pobres, que lo único que tienen es dinero. El
dinero es simplemente un complemento de la riqueza, ya que ser rico no es tener
sólo dinero. Debemos de contar con una integración como seres humanos y
favorecer la riqueza moral, familiar, espiritual, ética, física, entre otras.
Vamos a luchar por
un verdadero socialismo, porque hay pocos con mucho y mucho con muy poco.
Autor
Dr. Domingo Martínez
Abogado
Presidente
APSERJUP
Doctorado en Criminología
y Justicia
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