La
accidentología vial, ha estado ausente por larga data en nuestro país, porque
los siniestros de tránsito, han seguido en un crecimiento de forma vertiginosa. Que decimos con esto?. Que la
educación vial, requiere que todos y todas aunemos esfuerzos para disminuirlos
a su máxima expresión, pero para esto, se requiere una verdadera política
pública que vaya encaminada a crear programas que científicamente puedan dar
respuestas contundentes a las causales y explicaciones reales que originan esos
fenómenos, ya que esto coadyuvaría a la prevención de esos siniestros.
Porque
la accidentología nos dará respuestas científica, ya que su finalidad consiste
en el estudio profundo de los accidentes de tránsito, o sea; nos conduce hacia
como podemos determinar las circunstancias y las condiciones de los resultados
reales de esos sucesos y posteriormente elaborar y coordinar programas
educativos para su prevención.
Todo
esto sería posible, utilizando como aliada a la Criminología Vial y la
Psicología aplicada a la conducción vehicular, para estudiar el comportamiento
humano, determinar los factores psicológicos que afectan al conductor,
aplicarle una evaluación psicológica que pueda contribuir a la conducción
vehicular, es una imperiosa necesidad para la seguridad vial en nuestro
país.
Porque
dicen los especialistas en la materia, que el 90% de los accidentes de tránsito
son originados por la imprudencia humana y el 10% restante, es por causas
fortuitas, o sea; que no pueden ser prevenidos, en modo de reflexión y final de
este articulo. ¨Un vehículo, no es un
arma blanca o de fuego, pero si es letal, para aquellos que le den un mal uso,
durante el manejo, porque pueden poner en riesgo sus vidas y a la de los demás,
no se trata de simplemente hacer cumplir una ley, sino interiorizar sobre el
asunto y tomar conciencia del mismo¨.
Por
Domingo Martínez Mateo
Abogado
Presidente
APSERJUP
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